En
el mundo de hoy las mujeres han tenido que salir de la casa e integrarse a la
vida laboral y aun así han seguido encargándose de las labores del hogar, del
esposo y de los hijos. El problema surge cuando la mujer supera a su pareja y
obtiene un mejor puesto en el trabajo o gana más dinero que él. Es entonces
cuando se presentan los celos profesionales, las infidelidades y muchas veces
las agresiones verbales del esposo hacia ella.
Las
mujeres exitosas pueden resultar atractivas para quienes buscan en su pareja
equidad económica, laboral y hasta intelectual. Aunque valoren el hecho de que trabajen
desempeñando puestos importantes y bien remunerados, cuando de ingresos se
trata, a la mayoría de los hombres
les causa conflicto ganar menos que ellas.
Para
muchos hombres, el hecho de que una
mujer sea exitosa y pueda ocupar puestos importantes en las empresas, los hace sentirse inferiores. En
el momento en que su pareja obtiene un puesto más alto y mejor remunerado que el
suyo, sienten que pierden su valor y la capacidad de proveer seguridad y
protección a su familia. El resultado es la depresión y las manifestaciones de
inseguridad. Estos sentimientos desencadenan actitudes que afectan la relación.
Cuando
las mujeres toman el control de sus finanzas, se vuelven independientes y
pueden ir a donde quieran o comprarse lo que desean, el hombre no sólo pierde
su rol de proveedor, también pierde la capacidad de impresionar a su pareja, ya
que nada de lo que él posea o pueda ofrecerle está fuera de su alcance.
Aunque
los paradigmas sociales están cambiando, aún resulta difícil aceptar el nuevo
rol de las mujeres, quienes han pasado de ser sólo amas de casa a profesionales
preparadas que muchas veces deben de competir con los hombres por un puesto de
trabajo.
Lo que
muchos hombres no entienden es que el hecho de que una mujer sea exitosa y
pueda ocupar roles típicamente masculinos, no los hace inferiores en su condición de hombres en la relación de
pareja.
Que la
mujer renuncie a sus sueños y a su desarrollo profesional no es la solución.
Los hombres deben entender que las mujeres fuertes, exitosas e independientes
no dejan de ser mujeres sensibles que necesitan el amor, la atención, el
reconocimiento, la comprensión y el apoyo de sus parejas.
No
sentirse intimidado por la cuestión económica puede ayudar a que la relación
funcione, teniendo en cuenta que una mujer exitosa necesita y valora más a un
hombre que esté a su lado para apoyarla y compartir con ella cada uno de sus
logros.
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